Esta es la conclusión a la que han llegado investigadores del Instituto Carlos III en un estudio llevado a cabo con la colaboración de oncólogos de 23 hospitales españoles y publicado en la British Journal of Cancer. Dicho informe se muestra así de taxativo: la ingesta de frutas, verduras y pescado reduce hasta en un 30 por ciento la posibilidad de padecer un cáncer de mama.
Así la dieta mediterránea se revela como un gran aliado para combatir esta enfermedad que pone de manifiesto que los malos hábitos alimenticios y el ambiente están íntimamente relacionados con la salud. El trabajo ha sido financiado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y promovido por el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam). Se ha realizado sobre 1.017 pacientes sanas y 1.017 pacientes diagnosticadas con esta enfermedad estudiando la dieta de ambos grupos en los últimos cinco años.